Si es que esto no tenia que haber sucedido, y menos a estas alturas de esta Legislatura, en donde se ve sin ningún sonrojo que la Moncloa va a cambiar de inquilino.
Casco el exvicepresidente del Gobierno en la era Aznar, le apodaron los de fuera de su partido y muchos de los de su propio entorno como el "Doberman" de la política aznariana. Para la oposición dio mas sombras que luces en su propia política, jugo también a la prensa rosa, esa en la cual tantos detractores por parte del conservadurismo de derechas, que en su tiempo el también defendió.
Ahora el año 2011 empieza políticamente "sepultando" a un grande del PP, a Francisco Alvarez Cascos que ha dicho que se va, después de esperar 48 horas que el PP anunciara que no cuenta con el como candidato para Asturias.
Pues en verdad, que quiere que les diga, me alegro que no este semejante "caudillo" en el poder otra vez. Cuando estuvo en el candelero, o sea en pleno poder, fue un cruzacaras para todos aquellos que le trataron, engreído de lo que era, de lo que poseía y mandaba, por eso de que ahora le hayan pagado con la misma moneda que Cascos tantas veces puso en circularon, no tendría que haberle venido de nuevo, y no decir que actualmente se ha sentido desamparado por parte de los dirigentes del Partido Popular, porque esa política de"oír, pero no escuchar" siempre la ha puesto Casco en su comportamiento hacia las bases y compañeros.
Pero llega tan lejos esa petulancia del asturiano que se esta creyendo que se van a dar de baja en tropel los afiliados de Asturias al saber de que el abandona la nave del partido como a si ha sido mandándole una carta a Mariano Rajoy a la Sede de Madrid dándose de baja.
En la carta Cascos le expone su descontento con la cúpula del partido, ya que este ha hecho caso omiso del amparo que el en su momento solicitó reiteradamente, y le menospreciaron con insultos y descalificaciones que ha tenido que soportar por otros militantes amparados todos ellos por la oficialidad del PP en Asturias.
Todo queda muy "light" pero el PP no cuenta ni gratis con el exvicepresidente Cascos, hombre todopoderoso en la Legislatura de Aznar, ahora en mi opinión le han hecho lo que tantas veces este elemento hacia con las personas que fueron a su propio despacho a exponerle el gran debacle político que en ese momento se perfilaba en el PP en Canarias. La poca gana que se tenia de hacer nada, el amiguismo, la petulancia y el desprecio de esos cargos que tenia el Partido del PP en su momento casposos en Tenerife, que algunos de los afiliados y cargos medios fueron a pedir amparo a Madrid, a Cascos, y este les bailo el agua y paso de ellos, y sin embargo si soporto a esos "maguelas" de los cuales se daban quejas y que estaban entonces en el Partido, y como se vio le llevaron a tratar de anularlo por su mala politica.
Así que ya sabe lo que es, que pasen de uno. Alegrados quedamos.
Salvador Barnes
periodista
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